Tengo más de seis años de trayectoria como mujer emprendedora.
CONTENIDOS
¿Qué es una mujer emprendedora?
En pocas palabras, una mujer emprendedora es aquella que proyecta y concreta una idea de negocio.
¿Cuáles son las características de una mujer emprendedora?
Según Santander Universidades, las mujeres emprendedoras suelen compartir al menos diez rasgos clave: espíritu emprendedor, visión y determinación, pasión, formación, liderazgo, empatía, proactividad y capacidad de adaptación al cambio, resiliencia, habilidades de networking, gestión del tiempo y organización.
Si quieres conocer más sobre cada una, te recomiendo leer el artículo completo: ¿Cómo ser una mujer emprendedora? Características y ejemplos
Itzamá Enríquez Íñiguez, mujer emprendedora

Mi carácter independiente y mi compromiso con la escritura son los motores que me llevaron a convertirme en una mujer emprendedora.
—Itzamá Enríquez Íñiguez, fundadora y titular de Ser Escritura
ASEM
Desde octubre de 2021, soy integrante de la Asociación de Emprendedores de México (ASEM).
Hasta ahora, he arrancado dos proyectos propios:
- La Tarja. Miscelánea Trashumante (2019-2021)
- Ser Escritura (2020 a la fecha)
La Tarja: mi primer emprendimiento

En 2019, tras concluir nuestra labor en el Centro de Cooperación Regional para la Educación de Adultos en América Latina y el Caribe (Crefal), mi marido y yo emprendimos un pequeño negocio: La Tarja. Miscelánea Trashumante.
Nuestro sueño era crear un espacio alternativo que propiciara intercambios gastronómicos y artísticos en la ciudad de Aguascalientes. Comenzamos vendiendo productos provenientes de los lugares a los que viajamos con más frecuencia: de Michoacán traíamos café, muebles y artesanías; de Ensenada, mariscos en conserva y obras de jóvenes creadoras.
A finales de ese año, cuando La Tarja apenas arrancaba, se cruzaron tres oportunidades que me llevarían a emprender un nuevo rumbo (o, más bien, a retomar uno que había dejado en pausa).
Ser Escritura: un nuevo camino

A finales de 2019 e inicios de 2020, una amiga me solicitó clases de redacción en línea, otra persona me pidió que le ayudara a revisar un paquete de ensayos académicos y alguien más confió en mí para redactar una carta de postulación. Estos eventos me animaron a formalizar mi que hacer profesional como editora y correctora de textos. Fue así que el viernes 17 de enero 2020 lancé Ser Escritura. Ese día diseñé el logotipo y registré la marca.
Poco después de compartir el proyecto de Ser Escritura en redes sociales, recibí una solicitud de servicios editoriales por parte de Save the Children México, gracias a la recomendación de una exalumna. Así empezó todo.
Durante los primeros meses de 2020, combiné ambos proyectos. Pero entonces llegó la pandemia.
Mi esposo y yo estábamos en Pátzcuaro cuando comenzaron los rumores sobre el cierre de carreteras, por lo que decidimos regresar a Aguascalientes antes de lo previsto. Dos días después, se declaró el confinamiento.
Esa fue el final de La Tarja. Las ferias se cancelaron y los puntos de venta cerraron. Mientras tanto, las solicitudes para Ser Escritura aumentaban.
En 2021 decidimos cerrar La Tarja definitivamente. Desde entonces, me dedico de lleno a Ser Escritura.
Ser Escritura: más que un servicio editorial
Cuando inicié este segundo proyecto, al igual que con La Tarja, lo imaginé como un espacio cultural alternativo (evidentemente, la experiencia de Kópikwa me dejó una huella perdurable). Incluso pensé en diseñar una web interactiva en forma de croquis, donde las personas exploraran virtualmente las áreas del proyecto.
Aunque esa idea no se concretó, la esencia de Ser Escritura sigue siendo esa: un espacio creativo y autosustentable en torno a la escritura.

Apoyos gubernamentales

En 2023 obtuve dos subsidios por parte del Gobierno del Estado de Aguascalientes, como parte del programa Confía, cuyo propósito era fortalecer e impulsar a emprendedoras, emprendedores y a micro, pequeñas y medianas empresas (MiPyMEs).
Certificación internacional en consultoría profesional
El primero fue para cursar un diplomado que me permitió obtener una doble certificación internacional como consultora profesional, por parte de la International Coaching & Consulting Network y la Universidad Iberoamericana.


Espacio de coworking
El segundo fue para rentar un espacio de coworking en el que, además, planeaba ofrecer talleres presenciales.
Lamentablemente, no tuve buena respuesta para los talleres presenciales; en cambio, tuve alta demanda para los cursos en línea. Así que al terminar el beneficio del subsidio, que era por seis meses, regresé a trabajar desde casa.

Oficina en casa
En 2024, regresé a trabajar desde casa. Ahora hago coworking con mi marido y mis tonches (como les decimos a los gatos en algunas zonas del noroeste de México).

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